Lo que aprendí, y lo quiero compartir puntualmente con las adolescentes.
Conseguí un trabajo tan pronto como termines el colegio. Con sus excepciones, si no trabajas mientras estudias, créeme, al final vas a tener el conocimiento, el título en la mano, pero muchas veces no sabes por dónde empezar a ejercer. Ninguna universidad te enseña el “máster” de la práctica en el trabajo.
Gestiona el apuro, la ansiedad. Como versa una frase mexicana, todo lo que es para vos ni, aunque te saques y lo que no, ni, aunque te pongas. No te desesperes. Muchos te van a empujar a que te enfoques en tener, y, sobre todo, en parecer, pero en este mundo tan saturado de superficialidad y ruido, podes perderte fácilmente al mínimo descuido.
Escucha a tu sabiduría interna, esa voz que la imagino como una anciana que está de pie en la puerta de nuestro corazón, guiando y mostrándo el camino. Escúchale Podés pasar toda tu vida buscando respuestas afuera, pero créeme, las respuestas casi siempre están dentro de vos. A veces, la mejor decisión es detenerse, escuchar y confiar en lo que podes escuchar en el silencio.
Te van a enseñar que evites la incomodidad, pero yo te aconsejo lo contrario “usa cada incomodidad a tu favor” No te imaginas cuántas oportunidades de crecimiento nacen de esos momentos incómodos.
Sobre el hecho de soltar, en este tiempo en el que está tan de moda aprender a soltar, no olvides lo importante que será aprender a sostener, reparar, responsabilizarte y no salir corriendo cuando las cosas se compliquen. Hay sueños que tardan más en cumplirse, y otros que no se van a cumplir, pero tendrás que aceptarlo. ¡¡Y aceptar no siempre significa que te guste, y tampoco que tu vida sea menos linda!!
Confía, siempre confía en la vida y cuando no sabes por dónde, cómo ni cuando, rendite, sí rendite a algo superior, a Dios, al universo o en lo que creas, creeme esa muchas veces es la formula mágica de poner cada pieza en su lugar. Solo que eso sucede a su propio ritmo.
Gracias por leerme.
Marie.
0 comments